Bogotá — La corrupción ha sido identificada por muchas encuestadoras y estudios como el tema que más les preocupa a los colombianos y como el tema que consideran más grave en el país. El Gobierno de Gustavo Petro tiene una ambiciosa meta de comprar 3 millones de hectáreas de tierra productiva para que pequeños campesinos la ponga a producir, pero ello conlleva inmensos retos, uno de ellos, es que los recursos que se destinen para ese fin, efectivamente se ejecuten en el propósito para el cual fueron asignados y las fiduciarias creen tener la clave para que ese objetivo se alcance exitosamente.
Desde hace más de un mes el presidente Gustavo Petro, y la ministra de Agricultura, Cecilia López, han anunciado que el objetivo es comprar tierras como parte de la reforma agraria con la que se aspira logar la denominada “paz total”.
Al respecto, Germán Arce Zapata, presidente de Asofiduciarias, asegura que el rol que puede llegar a tener la industria en ese propósito es muy importante, porque sostiene, “es de la naturaleza del producto fiduciario generar confianza y transparencia”.
Para el líder gremial, “el producto fiduciario tiene los atributos que se requieren para generar una política de esas, usted le da un mandato claro y mete un administrador que le garantiza que todas las piezas cumplan su parte del acuerdo, es decir, que los recursos se vayan a donde se tienen que ir, y que eso se haga con una gestión transparente”.
Hay que tener presente que, si bien la compra de tierras no ha iniciado, y tampoco se realizará en una sola operación, uno de los temores que existe en torno a ello es que los recursos que se destinen para tal fin se extravíen en el camino y la propuesta y promesa de entregar tierras a campesinos no quede en más que buenas intenciones.
Pero Arce cree que no solamente puede ser un aliado del Gobierno en la compra de tierras, sino que también un pilar dentro del esquema de recuperación y protección de la Amazonía.
“Tenemos una oportunidad enorme en el Fondo Amazonía del que habló el presidente el fin de semana, esa me parece una gran propuesta y de hecho hoy se habló mucho de la oportunidad que tenemos en el control de la deforestación, del manejo de control y captura de emisiones y los vehículos fiduciarios pueden ser el mecanismo para administrar esos créditos de carbono que ayuden a fondear los temas de desarrollo sostenible”, aseguró Arce.
Pero la iniciativa del fondo para la protección de la Amazonía también fue elogiada por el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría.
El exfuncionario durante el Gobierno de Juan Manuel Santos sostuvo que “la propuesta que hizo el presidente Petro en Puerto Leguizamo (Putumayo) es muy buena. Crear un fondo público alimentado con vigencias futuras para recuperar la selva es el punto de partida”, dijo Cárdenas.
Pero, además, manifestó que “el proceso de reforestación y sus beneficios son lentos por eso se requieren recursos por plazos largos”, y en ese sentido, aseguró que “la captura de CO2 es un beneficio para el cual hay un mercado, que, aunque está poco desarrollado crecerá mucho en los próximos años”.
Finalmente, Cárdenas dijo que “el fondo que propuso el presidente debe tener otra fuente de recursos: la venta de créditos de carbono al mundo. Un programa de 500 mil hectáreas (5 mil Km²) puede generar en ingresos US$100 millones (a un precio de US$40/tn de CO2)”.
Al respecto, concluyó que “esto es mucho más de lo que hoy gana la población talando y sembrando pastos. El problema es que es un ingreso real y presente, la reforestación es un ingreso futuro. Por eso el fondo propuesto es tan importante”.
Para cerrar, dijo que “hay que destacar que estos recursos son anuales, seguros y lo único que puede ocurrir es que se incrementen en la medida que suba el precio del carbono. Es la mejor inversión que podemos hacer”.
