Bloomberg — Es un hecho en los mercados en dificultades: siempre hay alguien que dice que las cosas empeorarán. Según varios estrategas destacados de acciones, estarían a punto de empeorar mucho.
Después de extender su declive de 2022 al 13%, el S&P 500 corre el riesgo de desplomarse aún más en los próximos meses, según el equipo de investigación técnica y macroeconómica de Strategas Research Partners. El grupo, encabezado por Chris Verrone, se prepara para una caída hacia el área de 3.500-3.700, un rango que abarca el promedio móvil de 200 semanas del indicador y el punto medio de todo su repunte desde el mínimo de la pandemia en 2020. Una caída a 3.500 representaría una pérdida del 16% frente al cierre del lunes.
Mike Wilson de Morgan Stanley (MS) hace eco de este pesimismo. Wilson dice que el índice de referencia corre el riesgo de caer a 3.460 si el crecimiento estimado de las ganancias comienza a volverse negativo ante las preocupaciones de recesión. Los inversionistas, claramente asustados, comenzaron a sacar dinero de los fondos de acciones en abril. Si bien las salidas son débiles en comparación con lo que agregaron durante los dos años anteriores, la historia muestra que cuando comienzan las ventas es difícil dar marcha atrás.
En los diez casos anteriores en que las acciones sufrieron pérdidas profundas en los primeros cuatro meses de un año, en seis ocasiones el mercado extendió sus caídas hasta diciembre, y solo dos veces registraron ganancias superiores al 10%, según datos de Strategas.
“El año 2020 es la excepción obvia, pero la fuerte caída hasta abril generalmente ha significado que el resto del año sigue siendo difícil”, escribió Verrone en una nota. “Continúe con cautela”.
La alta volatilidad domina los mercados desde enero, cuando la Reserva Federal dejó en claro sus intenciones de combatir agresivamente la inflación. La primera alza de tasas del banco central en tres años hizo que los bonos del Tesoro cayeran en picada y perjudicó el atractivo de las empresas más grandes del mercado de valores. La guerra en Ucrania, los nuevos cierres por Covid-19 en China y otros vientos en contra aumentan el riesgo de recesión y turbulencia.
Después de pasar el primer trimestre comprando en baja, algunos alcistas están desistiendo tras un mes de abril tumultuoso. En el mes hasta el 27 de abril, los fondos enfocados en acciones registraron salidas de US$30.000 millones, según datos compilados por EPFR Global.
Sin embargo, pese a la caída del 9% del S&P 500 (su peor desempeño de abril desde 1970), los gráficos muestran pocas señales de que el índice esté cerca de tocar fondo, según Gina Martin Adams de Bloomberg Intelligence.