Bloomberg — Los operadores de acciones, bonos y divisas de China han tenido una semana dolorosa, ya que los crecientes temores sobre las consecuencias de la estrategia Covid Cero del gigante asiático han llevado a un desplome de los mercados.
El índice Hang Seng China Enterprises de las grandes empresas chinas que cotizan en Hong Kong se encuentra entre los índices bursátiles de referencia con peor desempeño a nivel mundial esta semana. El yuan offshore (que circula fuera de China) prolongó las bajas, alcanzando el nivel más débil en un año. Los bonos en dólares de alto rendimiento se encaminan a la racha más larga de pérdidas semanales desde marzo.
El sentimiento hacia los activos chinos se ha agriado a medida que los cierres por Covid-19 ralentizan el crecimiento económico y las políticas de estímulo no alcanzan las expectativas de los inversores. Las acciones nacionales han perdido alrededor de US$2,7 billones de valor de mercado este año, lo que llevó a las autoridades a intensificar los esfuerzos para detener el declive.
“Para un cambio en el sentimiento, necesitamos ver algo sincero de parte de los formuladores de políticas, ya sea mucha liquidez adicional, un cambio importante en la situación de Shanghái o una gran sorpresa que infundirá nuevas esperanzas en el mercado”, dijo Wang Yugang, administrador de fondos de Beijing Axe Asset Management Co.
El índice de empresas chinas Hang Seng perdió un 5,6% esta semana, la mayor caída en más de un mes. Otros activos también están bajo presión, con el yuan onshore (que circula dentro de China) en camino a su mayor pérdida semanal desde agosto de 2019. Los operadores de opciones están valorando una mayor debilidad de la moneda después de que el miércoles superó un nivel de soporte técnico clave por primera vez desde septiembre.
“El PBOC (por sus siglas en inglés, Banco Popular de China) está buscando brindar más apoyo a la economía y parece decidido a usar todas las herramientas posibles, tal vez con la excepción de bajar las tasas de interés por ahora”, dijo Khoon Goh, jefe de investigación de Asia en Australia & New Zealand Banking. Group Ltd. (ANZBY) “Permitir que el yuan se debilite ligeramente esta semana parece ser parte del ‘paquete de apoyo’ general”.
Mientras tanto, los bonos basura en dólares cayeron por segunda semana consecutiva en el peor tramo desde mediados de marzo. Eso reduce un rebote inicial que los valores obtuvieron de las promesas de apoyo de Pekín, ya que la paciencia de los inversores por más detalles se agota.
En una señal de preocupaciones más amplias, los desarrolladores mejor calificados como Country Garden Holdings Co. (2007) registraron algunas de las mayores caídas de esta semana. Según Jean-Louis Nakamura, director de inversiones para la región de Asia-Pacífico de Lombard Odier, cualquier repunte que se produzca en el futuro sólo podrá mantenerse si se formulan rápidamente políticas concretas y significativas.
Buscando apoyo
Las autoridades están tomando medidas para frenar las caídas. En una reunión del jueves con inversores, el regulador de valores hizo un llamado al gigante fondo de seguridad social del país, a los bancos y a las aseguradoras para que aumenten sus inversiones en acciones.
A esto le siguió una serie de artículos en medios estatales que proyectaban confianza en la economía y los mercados. Estos esfuerzos concertados ponen de manifiesto la creciente presión sobre las autoridades para que aumenten la confianza antes de una reunión de liderazgo que se espera que confirme un tercer mandato sin precedentes para el presidente chino, Xi Jinping.
Esta no es la primera vez que el gobierno insta a los inversores institucionales a aumentar sus posiciones. Una llamada similar se emitió hace menos de dos semanas luego de una solicitud realizada en octubre de 2019.
Sin que se vislumbre el fin de las estrictas restricciones por el Covid-19, los inversores extranjeros se deshicieron de acciones con valor de $45.000 millones de yuanes (US$7.000 millones) en marzo, la mayor salida en casi dos años, mientras que los fondos globales redujeron sus tenencias de bonos chinos al máximo registrado ese mes.
Las autoridades han mostrado poca alarma por los retiros, y Fang Xinghai, vicepresidente de la Comisión Reguladora de Valores de China, dijo el jueves que las salidas de capital siempre regresarán.
“Obviamente, Pekín quiere frenar el sentimiento bajista sobre la economía y el mercado de valores”, dijo Castor Pang, jefe de investigación de Core Pacific Yamaichi. “Pero la economía es como un barco gigante, y se necesita tiempo para dar la vuelta. Incluso si Pekín quiere hacer subir el mercado, es difícil cambiar la forma de pensar de los inversores”.
Aumento de pensiones
Por otra parte, China también publicó el jueves directrices sobre el desarrollo de las pensiones individuales, que los analistas de la CICC (China International Capital Corporation Hong Kong Securities Limited) estiman que se valoran en un total de $1 billón de yuanes (US$153,800 millones) a largo plazo. Esto puede ayudar a impulsar entradas adicionales en las acciones nacionales.
Mientras tanto, las autoridades están tratando de resolver una disputa relacionada con las auditorías de empresas chinas que cotizan en los EE.UU., un tema que ha pesado en la confianza. El regulador de valores mantiene conversaciones con la Junta de Supervisión Contable de Empresas Públicas de EE.UU. cada dos semanas y está “seguro” de llegar a un acuerdo de auditoría, dijo Fang de la comisión reguladora el jueves.
El índice tecnológico Hang Seng cerró con una subida del 0,3 % después de que llegó a caer hasta un 3,6 % . El índice de referencia continental CSI 300 terminó la sesión con un alza del 0,4 %, revirtiendo una pérdida de hasta el 1,1 %. El indicador cayó un 4,2% esta semana para registrar su peor desempeño en cinco días desde mediados de marzo.
Sin embargo, la caída puede ser justo lo que se necesita para atraer a los inversores de nuevo. Los fondos se han mantenido al margen a la espera de que el mercado forme un “doble fondo”, señal de que puede ser seguro recuperar posiciones.
-Con la asistencia de Jeanny Yu, Andrew Monahan, Alice Huang, Ran Li, Helen Sun y Kristine Aquino.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar