Bloomberg — El rublo (RUB) está protagonizando un regreso que pronto podría verlo compensar todas las pérdidas que sufrió en las semanas posteriores a la invasión rusa de Ucrania, aunque aún le queda camino por recorrer.
La moneda se ha fortalecido en 13 de las últimas 14 sesiones de negociación en Moscú, reduciendo la mayor parte de la caída del 33% registrada después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, envió a sus tropas a invadir Ucrania. El rublo volvió a subir el martes, fortaleciéndose más del 4% en el día a cerca de 86 unidades por dólar estadounidense, acercándose a su nivel previo a la guerra.
“El repunte del rublo realmente ha sido el resultado de las políticas del Banco Central de Rusia para hacer cumplir las compras y limitar las ventas”, dijo Natalie Rivett, analista senior de mercados emergentes de Informa Global Markets Ltd. “Un alto al fuego entre Rusia y Ucrania probablemente ayudaría a apoyar el rublo, pero es difícil imaginar una apreciación sostenible”.
Aún así, el tipo de cambio dólar-rublo está a solo un 6% de una marca clave de 81,16, el nivel en que cerró el 23 de febrero, un día antes de que Putin lanzara el ataque militar largamente anticipado a Ucrania.
Regresar a esos niveles sería un desafío dado el aislamiento de Rusia luego de que Estados Unidos y sus aliados impusieran amplias sanciones, dijo Rivett.
Guillaume Tresca, estratega sénior de mercados emergentes de Generali Insurance Asset Management, se hizo eco del riesgo persistente en la moneda, que no se encuentra en un mercado funcional típico.
Los controles de capital impuestos por el banco central de Rusia, destinados a evitar que el efectivo salga del país, han ofrecido algo de apoyo al rublo. Rusia también se ha movido hacia exigir que las ventas de gas natural se realicen en rublos, aunque los países industrializados más grandes han rechazado la demanda.
“El fortalecimiento debe tomarse con cuidado”, dijo Tresca. “El fortalecimiento del RUB es frágil, más impulsado por factores técnicos que por una mejora económica real”.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar