Bloomberg — El papel de Ucrania como un importante proveedor de cultivos básicos (desde trigo hasta maíz y aceite de girasol) significa que las tensiones latentes son un foco creciente en los mercados agrícolas, lo que eleva los precios y agrega más presión sobre la inflación mundial de alimentos.
Para ser claros, los cargamentos siguen fluyendo libremente y no hay indicios de ninguna interrupción. Y aunque Estados Unidos ha puesto a miles de tropas en alerta máxima para su despliegue en Europa del Este, Rusia ha negado que tenga intención de invadirla y el ministro de defensa de Ucrania dijo que no se espera una invasión abierta.
Sin embargo, los comerciantes de cultivos están inquietos y los futuros de trigo en Chicago y París han subido un 10% desde mediados de enero, mientras que el maíz está cerca de su nivel más alto desde junio. Los mercados pueden estar recordando lo que sucedió en 2014 cuando Rusia anexó Crimea. En ese entonces, los precios del trigo se dispararon a pesar de que los envíos no se vieron afectados sustancialmente, dijo Peter Collier, asesor principal de mercado de CRM AgriCommodities, con sede en Reino Unido.
“Hay muchos compradores y consumidores que están nerviosos”, dijo.
Mientras los comerciantes están atentos a la evolución de los acontecimientos, aquí hay tres gráficos que muestran cómo Ucrania, y Rusia, desempeñan un papel significativo en los mercados mundiales de alimentos:
Las fértiles tierras de la región del Mar Negro han dado cosechas cada vez más abundantes en las dos últimas décadas, lo que ha hecho que Ucrania y Rusia sean vitales para el suministro mundial. En conjunto, representan una cuarta parte de todo el trigo, el maíz y la cebada que se vende en el extranjero, lo que supone un aumento del triple con respecto a hace dos décadas, según datos del Departamento de Agricultura de EE.UU.
Esta temporada, a Ucrania y Rusia les quedan unos 20 millones de toneladas de trigo por enviar, según la consultora SovEcon, y Ucrania está en pleno periodo de envío de maíz.
Cualquier interrupción de esos flujos podría ajustar los mercados globales, que ya están lidiando con reservas cada vez más reducidas y dependen de las próximas cosechas para reponer el suministro.
El grano del Mar Negro domina naturalmente en los mercados cercanos de Medio Oriente y el Norte de África, donde se encuentran varios de los mayores compradores de trigo y cebada del mundo. Pero sus cosechas también son cruciales más allá de sus fronteras, ya que Ucrania es un importante proveedor de maíz para China y el trigo ruso ha llegado hasta México en las últimas temporadas.
El trigo en Chicago subió hasta un 1,9% el martes a US$8,1575 el bushel, el nivel más alto desde el 27 de diciembre, y ha subido más del 4% esta semana.
Según Andrey Sizov, director de la consultora SovEcon, la subida podría ser exagerada, ya que no han cambiado mucho las relaciones entre Rusia y Occidente.
“Sin embargo, si algo sale mal y vemos tropas rusas en el territorio de Ucrania, esta semana sería solo un precalentamiento para una tendencia alcista más amplia”, dijo en una nota.
Con la asistencia de Volodymyr Verbyany.
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Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.