Bloomberg — El embajador de México en Canadá dijo que su Gobierno y el de Justin Trudeau tienen la misma opinión sobre cómo contrarrestar los créditos fiscales del programa “Buy American” de la Administración Biden para vehículos eléctricos, en momentos en que la propuesta se dirige a una votación en el Senado de Estados Unidos.
Si bien la secretaria de Economía de México ha amenazado explícitamente con represalias comerciales contra otros bienes estadounidenses si se aprueba la medida, Canadá ha adoptado una postura más cautelosa.
Pero el máximo diplomático mexicano en Ottawa dijo en una entrevista que los dos países están unidos.
Juan José Gómez Camacho indicó que no solo están en la misma página, sino que ven los siguientes pasos de una manera muy similar.
Lo que está en juego es una disposición en la ley Build Back Better de US$1,75 billones de EE.UU. que ofrece US$4.500 adicionales en créditos fiscales a compradores de vehículos eléctricos fabricados por trabajadores estadounidenses sindicalizados.
Gómez Camacho argumentó que eso va en contra del pacto comercial trilateral entre los países –el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá– y pone en riesgo la integración continental que, dijo, es crucial para hacer que los automóviles producidos en Norteamérica sean competitivos en todo el mundo.
Según el embajador, la medida es contraproducente para EE.UU. y para la región. Disgregar ahora el mercado automotriz integrado sería muy perjudicial, señaló, y no hay resultados positivos posibles.
Una serie de presiones
Todavía existe mucha incertidumbre en torno al proyecto de ley general.
En el Senado se están revisando disposiciones –incluido el crédito fiscal para vehículos eléctricos– para ver si cumplen con las normas legislativas que rigen los proyectos de ley presupuestarios, y las disputas políticas aún podrían retrasar una votación hasta el nuevo año.
La ministra de Comercio de Trudeau, Mary Ng continúa presionando a los legisladores y líderes sindicales estadounidenses sobre el tema.
“Canadá no se quedará tranquilo, permitiendo que nuestra industria y trabajadores se vean injustamente perjudicados por políticas proteccionistas”, dijo el jueves Alice Hansen, secretaria de prensa de Ng, por correo electrónico.
“Varios senadores acordaron profundizar más en este tema y abrieron la puerta para trabajar juntos en el asunto”.
El Gobierno canadiense también está “evaluando los próximos pasos” en otra disputa sobre la interpretación de las normas de contenido de automóviles en virtud del T-MEC.
Las consultas sobre las normativas entre los tres países no arrojaron ninguna resolución, y tanto Canadá como México están evaluando una solicitud de un panel de arbitraje formal en el marco del acuerdo comercial.
“Es inteligente para nosotros estar trabajando con los mexicanos, y los mexicanos tienen razón en presionar” en el tema de los vehículos eléctricos, según Meredith Lilly, profesora de asuntos internacionales de la Universidad de Carleton, en Ottawa, que se desempeñó como asesora comercial del ex primer ministro Stephen Harper.
Lilly advirtió no caer en una “relación ‘radial’ donde los estadounidenses estén en el centro y México y Canadá no trabajen juntos”.
También señaló que no es ninguna sorpresa que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador muestre una postura más dura en público.
“Al primer ministro Trudeau le gusta ser percibido como un mandatario que se lleva bien con los estadounidenses y trabaja eficazmente con la Administración de Biden”, dijo Lilly por teléfono. “El presidente López Obrador se contiene menos”.
Pero Canadá y México aún enfrentan un gran desafío para lograr que sus preocupaciones estén en el radar de los legisladores estadounidenses.
“No tenemos la atención de Washington sobre este tema porque allá están con su mente puesta en un proyecto de ley mucho más grande que refleja una serie de asuntos internos en EE.UU. que están recibiendo la mayor parte de su atención en este momento”, sostuvo Lilly.
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