Bogotá — El actual aumento de los costos de la construcción, que han alcanzado este año los registros más altos desde el 2012 en Colombia, podría reflejarse nueve meses después en una subida en los precios de la vivienda, concluyó un informe del área de Investigaciones Económicas de Corficolombiana.
De un lado el incremento de los costos de producción puede provocar una subida de los precios de la vivienda y del otro reducir las cantidades lanzadas al mercado, “especialmente” en el segmento de viviendas de interés social (VIS).
“Los movimientos del Índice de Costos de la Construcción de Vivienda (ICCV) tienden a anteceder con ocho o nueve meses movimientos positivos en los precios de vivienda nueva (IPVN del BanRep) y movimientos negativos en los lanzamientos de vivienda”, precisa.
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Según cifras de la Galería Inmobiliaria, las ventas de viviendas totalizaron 170.797 en lo corrido del año hasta septiembre, 48 % más frente al mismo período del año pasado cuando se comercializaron unas 115.300. Del total de viviendas vendidas entre enero y septiembre pasado, 122.300 fueron VIS y 48.500 fueron no VIS.
De acuerdo al área de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, para el caso de la vivienda los costos “del hierro y el acero han registrado una variación anual de 39,6 %” en Colombia.
En este sentido, indica que el efecto en los precios de la vivienda puede persistir entre dos y cuatro años hacia adelante, si se tiene en cuenta que “un choque de un punto porcentual (p.p.) en el ICCV incrementa el Índice de precios de la vivienda nueva (IPVN) hasta en 0,4 p.p. año y medio después”.
Pero el efecto por el aumento de los costos de producción también se sentirá en los lanzamientos, dado “que un incremento de 1 p.p. en el ICCV reduce hasta en 2 p.p. el crecimiento de las unidades lanzadas un año y medio después”, indica.
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“Identificamos además un efecto diferenciado, más inmediato y pronunciado para el segmento VIS, en línea con nuestra intuición. Mientras que para el segmento No VIS, el aumento de 1 p.p. en los costos reduce las cantidades lanzadas en 1,8 p.p. dos años y medio después, para el segmento VIS se observa una reducción de 2,5 p.p. un año y medio después del choque”, añade.
En el informe se cita a la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) y la Cámara Colombiana de la Infraestructura para indicar que estas son “optimistas” y esperan que “el subsector de edificaciones y de infraestructura vial pueda crecer cerca de 12 % y 8 % en 2021, respectivamente. Sin embargo, los costos seguirán siendo un riesgo latente y sus perspectivas sugieren que en 2022 la corrección de los precios de los insumos sería muy moderada”, añade.
Frente al incremento de los costos del acero, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, dijo en una entrevista con Bloomberg Línea que, si bien “esto obedeció a una coyuntura internacional”, estos “ya se están ajustando a la nueva realidad del mercado, con lo cual se ve un descenso sostenido a partir de junio”.
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“Se estima que en 2022 y 2023 los precios internacionales del acero retomen los niveles de 2018. Para 2022 se prevé una caída de 18 % en el precio internacional de las barras de acero. Por ejemplo, en Colombia, el precio de las barras de acero ha registrado un descenso del 7 % al comparar la cotización de septiembre del 2021 con la de julio”, afirmó.
Bruce Mac Master complementó que “las iniciaciones de vivienda en el país han crecido un 51 % en el período enero-agosto del 2021 vs. el año pasado, lo cual demuestra que hay disponibilidad de acero. De hecho, la oferta ha crecido un 55 % durante 2021 y desde agosto se observa acumulación de producto terminado en el mercado”.
A finales de septiembre, la presidenta de Camacol, Sandra Forero Ramírez, indicó que el “crecimiento desmesurado del precio del acero en el país pone en riesgo la vivienda de interés social y la reactivación del empleo y la demanda de insumos de 36 sectores de la economía utilizados en su construcción”.
Al 20 de septiembre, según cifras de Camacol, había más de 3.200 etapas de proyectos de vivienda social en los cuales este aumento de precios del acero ponía en riesgo su inicio o ejecución.
