Santiago — La centroizquierda busca al candidato que lo represente en la primera vuelta presidencial del 21 de noviembre. Este sábado, Paula Narváez (Partido Socialista), Yasna Provoste (Demócrata Cristiano), y Carlos Maldonado (Partido Radical) se medirán en una consulta para definir al abanderado del pacto Unidad Constituyente (UC).
La votación se realiza un mes después de ser electos los postulantes de la centroderecha, Sebastián Sichel, y de la izquierda, Gabriel Boric, en unas primarias donde resultaron vencidos legendarios políticos. Destronar a ambos de las encuestas en Chile será el primer reto del ganador de hoy, aunque no el único porque, en caso de suceder al presidente Sebastián Piñera, tendrán que afrontar otros mayores. Por eso, Bloomberg Línea consultó a los asesores económicos de los aspirantes sobre sus opiniones y propuestas para abordar aspectos como la recuperación de los fondos de pensiones, la creación de empleos, la normalización del gasto fiscal y la continuidad de las ayudas sociales.
Recuperación de los fondos de pensiones
Los retiros de fondos de pensiones protagonizan acalorados debates en Chile. Por la crisis económica cientos de miles de chilenos sacaron anticipadamente ahorros destinados a sus jubilaciones, una medida aprobada por parlamentario en tres oportunidades y repudiado por el Gobierno. Esta semana, el presidente del Banco Central, Mario Marcel, advirtió que las consecuencias económicas de un cuarto retiro discutido en el Congreso serían “extremadamente graves” porque dejaría a 5,6 millones de personas sin saldo en sus cuentas de capitalización.
La candidata de la DC y actual presidenta del Senado, Provoste, evaluará si aprobará este iniciativa en la Cámara Alta. Votó a favor de los retiros anteriores, los cuales suele calificar como una política regresiva.
Su coordinadora programática, Macarena Lobos Palacios, advierte que los fondos de pensiones no se recuperarán en el corto plazo y eso imprimiría “urgencia” a una reforma estructural al sistema previsional.
De ahí que apelan a fortalecer un esquema “no contributivo”, mediante el “otorgamiento de una Pensión Básica Universal que será equivalente, al menos, a la línea de la pobreza actual” que incrementaría gradualmente. “Y en lo que al eje contributivo se refiere, incorporando ahorro colectivo con un componente solidario inter e intra generacional que permitirá garantizar mejores pensiones”.
Osvaldo Rosales, quien integra el equipo programático de la exministra Narváez, califica como una “mala política” a los retiros de los fondos de las AFP por provocar que millones de chilenos no tengan saldos en sus cuentas. Su propuesta es financiar pensiones básicas solidarias con recursos provenientes del crecimiento económico, la reducción de evasiones y exenciones tributarias. “Llevaremos a cabo una reforma tributaria que, adicionalmente, aspira a conseguir cinco puntos del PIB en nuestro gobierno de manera gradual”, indica.
El equipo de asesores económicos de Maldonado considera un aumento de las cotizaciones con cargo al empleador, un fuerte apoyo estatal y un cambio estructural del sistema de pensiones para incrementar la rentabilidad y reducir las comisiones. “Todo ello contribuiría a recuperar los montos retirados desde los fondos. No obstante, lo que de verdad se requieres es un sistema validado y respetado por la población”, aseguran.
Creación de empleos
La crisis provocó la pérdida de 2,4 millones de empleos en Chile, de los cuales casi un millón ya se recuperó. Los planes de reactivación laboral de las candidatas Narváez y Provoste son parecidos. Cuentan con un enfoque de género y medioambiental, y pretenden construir 400 mil viviendas en sus eventuales gobiernos, además de capacitar y ofrecer subsidios a los sectores más afectados por la pandemia.
Maldonado propone apoyar el crecimiento del sector exportador, donde están los mercados más grandes y con “mayor potencial de generación de empleos”, y priorizar la facilitación del trabajo de las mujeres para revertir la caída en su tasa de participación.
La continuidad de las ayudas sociales
El retiro de subsidios será uno de los retos del próximo gobierno en Chile. Hace unos días, el presidente Sebastián Piñera extendió el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) universal, pese a las advertencia de economistas por el aumento del gasto fiscal.
Rosales crítica cómo se entregaron las ayudas sociales. Considera que, en los momentos más duros de la pandemia, en 2020, no se destinaron subsidios universales ni aportes por encima de la línea de la pobreza; pero que la situación es diferente hoy. “Lo que corresponde en este momento son ayudas más focalizadas, y orientadas a la recuperación de los empleos. Nuestro énfasis estará en subsidios que estimulen la incorporación laboral”.
Al contrario, los asesores de Maldonado se inclinan a mantener las ayudas en concordancia con la evolución de la situación económica de las familias chilenas. “Paulatinamente se avanzará en su focalización y en la generación de incentivos para que vaya disminuyendo su utilización”, explican.
Lobos justifica los aportes extraordinarios para mitigar la crisis, pero adelanta que deben ser retiradas gradual y progresivamente en la medida que sea superada la emergencia y sus efectos. Señala que se debe transitar a ayudas que incentiven a incorporación formal al mercado del trabajo con el fin de recuperar el casi un millón de empleos perdidos.
Volver al equilibrio fiscal
Los políticos coinciden en acelerar el crecimiento económico, la reasignación de recursos y una nueva reforma tributaria para recaudar mayores ingresos. Provoste y Narváez establecen proyectos para combatir a la evasión y elusión, dineros que irían a fortalecer la salud fiscal.
La aspirante socialista apuesta a una reducción del gasto en defensa, y los recursos restantes se podrían depositar en las arcas fiscales, dijo su asesor. En cambio, Lobos observa como parte de la salida un mayor crecimiento económico, pero explica que no cualquiera: “uno inclusivo y sostenible”. De este modo apuesta a “garantizar una adecuada regulación de los mercados” para sancionar “severamente” a los que “defrauden la confianza de consumidores”.
Los asesores de Maldonado dicen que no existen “recetas mágicas” para normalizar los equilibrios fiscales, sino que se aumentan ingresos o se reducen gastos y apuestan a un nuevo pacto tributario orientado a obtener una mayor recaudación. Para reducir el déficit de manera sostenida respaldan un plan que redistribuya los costos de este ajuste. Están a favor de la eliminación de exenciones tributarias que permitiría aumentar los ingresos.